Es una verdadera pena que, el presidente electo Felipe Calderón, lleve a cabo su primer acto de gobierno como presidente Constitucional rodeado de un cerco policíaco.
El hecho de que el señor Calderón tenga que estar protegido por una barda de metal para protegerse de su propio pueblo, es una muestra más al mundo de que un pueblo se encuentra inconforme por las desiciones de las autoridades electorales mexicanas.
Es penoso ver como el primer acto del presidente tenga que realizarlo por la puerta de atrás, que no haya una capacidad de negociación, que no exista el conocimiento político para manejar los problemas.
Si no hay capacidad para manejar todo lo relativo a la toma de protesta se me ocurre pensar que tampoco la habrá para solucionar los problemas de Oaxaca, Chiapas, Queretaro, Michoacan, etc....
Me atrevo a pensar que el próximo sexenio será un gobierno CON RECLUSION DOMICILIARIA, ello en virtud a que no existirá la confianza de dar la cara al pueblo, de tener el debido acercamiento con los mexicanos, el temor estará presente todo el tiempo, se tendrá que gobernar desde las trincheras de los pinos, las cuales aunque esten rodeadas de lujos, no dejan de ser prisión, aunque la jaula sea de oro, no deja tampoco de ser prisión.
Lic. Luis Aragón González.
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