miércoles, noviembre 22, 2006

LA CRUDA NACIONAL


LA CRUDA NACIONAL

Goma, Curso, Sequía, Temblazón, Guayabo, son solo algunos términos como se conoce en países hermanos al proceso por el que pasamos después de haber, en exceso, ingerido bebidas embriagantes y que en México conocemos simplemente como Cruda.

El famoso Hangover, para que me entiendan aquellos de habla inglesa, por lo general lo sentimos después de haber tortuosamente, dormido por un espacio de tiempo, habremos de agregar a este deleznable proceso, el no menos tortuoso proceso psicológico que vivimos de día después, ¿Qué hice Dios mió?, adjuntando a la arenga de interrogantes el consabido no lo vuelvo a hacer.

Pues así, precisamente nos sentimos millones de mexicanos desde hace algún tiempo, ¿Qué hice Dios mió el 2 de julio del 2000? , que extraña bebida adulterada me trague para sentir esta terrible cruda emocional, económica, psicológica, existencial que ni Pfizer, Bayer, Pharma puedan inventar alguna pastilla para liberarme de ella.

Me incluyo entre los millones de mexicanos que ese 2 de julio del 2000, pensó vivir en carne propia la más grande de las fiestas a las que un pueblo puedo aspirar, la Democracia. Me incluyo, entre los millones de mexicanos que ese día inocentemente albergamos en nuestros corazones la esperanza de ver venir un México mejor, craso error, del que fuimos dándonos cuenta poco a poco, lenta e incrédulamente vimos pasar por nuestros ojos 6 años de las más grandes barrabasadas que alguna vez haya visto nuestra querida y adorada patria que cual reclamo de madre a su hijo constantemente se cimbra a nuestros pies reclamando, exigiendo e implorando por liberarla de tan espantosa cruda que con efecto expansivo cada día es peor, cada día es más insoportable, más persistente y por momentos aparenta una inminente erupción arrojando todo el mal que inconciente hemos ingerido.

8 largos e interminables días quedan aún, por soportar el parasito que hemos dado a comer, sin su consentimiento, a nuestra madre patria, e incuantificable aún es el tiempo que habremos de sufrir nuestra irresponsabilidad, solo nuestra, producto del desinterés de muchos, la ficticia embriaguez de democracia de otros, la ignorancia y simplemente la estupidez de los no menos de nosotros. Es nuestra irresponsabilidad y debemos afrontarla, vivirla y aprender de ella. El parasito simplemente exclama "…… total, yo ya me voy", total la bronca que la paguen los millones de ilusos que compramos tequila y nos dieron aguarrás.

Al inició de esta extraña cruda, hace algunos años, cuando empecé a tomar conciencia de que era lo que me afectaba, exclame el consabido dicho del crudo, no lo vuelvo a hacer, pero alguien, dudo sinceramente que el pueblo de México, nos receto otra dosis que aparentemente ordenó doble, directo y sin hielo, lo grave es que ahora la dosis no fue ingerida por mutuo propio y cuando eso sucede el organismo rechaza automáticamente el cuerpo extraño, por el bien de México, esperemos que el proceso no sea abrupto.

Para los que me entiendan, espero que a la hora de la cruda nayara, no todos seamos una Familia.

EDI

1 comentario:

ALAN dijo...

Bueno, yo ahorita tengo un poco de cruda, pero de esas que si puedo entender, ya que me pase unas horas agradables en compañia del columnista, espero que el tambien goze de esos estragos

ALAN